La magia de lo analógico
En la era digital, en un mundo plagado de imágenes que se repiten una y otra y otra vez, lo analógico resurge como una experiencia que nos regresa a un momento de la humanidad en la que disfrutábamos el proceso detrás de las cosas. La fotografía analógica (así como la música orgánica y los objetos artesanales) nos permite vivir un poco más lento, sin la necesidad de generar y producir a cada paso que damos, dándonos la oportunidad de pensar, sentir, contemplar y disfrutar el mundo que nos rodea.
El origen de la fotografía es necesariamente analógica, un proceso casi alquímico, mágico, algo que parece haberse perdido un poco con la irrupción de la fotografía digital.
El Arte de la paciencia y la precisión
Hoy en día, tomamos 3, 4, 5 o más fotos esperando que alguno nos salga más o menos bien y con algún filtro o reencuadre rápido esta se encuentre lista para subirse a Instagram. Sin embargo, esto pareciera ir en la dirección contraria de la fotografía en sus orígenes. Los primeros ejercicios fotográficos requerían horas de exposición, y cualquier movimiento no calculado podían significar la pérdida de la tan deseada imagen.
De algún modo, en un mundo en el que todo nos dice que debe hacerse más rápido, volver a las 36 exposiciones en promedio de un rollo de 35mm es, significa posicionarse con respecto a ese mundo veloz. Una buena fotografía merece paciencia, dedicación y precisión.
La Cámara Analógica 35mm: El Corazón de la Fotografía de Rollo
Empecemos por lo obvio: las cámaras analógicas son hermosas. Tanto las cámras reflex, como las compactas point&shoot conservan en sus formas y materiales un encanto que se niega a morir, en el mundo de las interfaces digitales. No por nada cámaras digitales intentan cada vez más emular o simular esos nostálgicos diseños, e incluso las aplicaciones digitales hacen lo propio, y retoman elementos visuales de la fotografía de esta era para sus productos. Pero no nos engañemos, ninguna aplicación va a poder sustituir a una Canon, una Minolta, una Fujica, una Pentax o una Polaroid.
El Proceso: Convertir Luz en recuerdos
El proceso de revelado en la fotografía analógica es tan mágico como el momento de la captura de la fotografía. Afortunadamente, un auge de la fotografía analógica en los años recientes ha abierto nuevos espacios en todo el mundo en donde se dedican a revelar rollos de fotografía, y si no quieres perderte nada del proceso, también puedes hacerte cargo de esa parte: necesitarás químicos y varias herramientas especializadas, como tanques de revelado y charolas, pero la satisfacción de haber creado una imagen de principio a fin no tiene comparación.
Los Costos: Encontrando tu Cámara Analógica Ideal
Ahora, hablemos de precios. A pesar del resurgimiento de esta tecnología, la fotografía analógica sigue estando en desuso, y no se produce en las mismas cantidades que en sus años dorados. Sin embargo, y a pesar de esto, existen opciones para todos los bolsillos.
Hoy en día, probablemente la mejor opción sea comprar cámaras de segunda mano. Hay cámaras point and shoot muy económicas, desde los $400 pesos en adelante, hasta cámaras Reflex SLR (con lentes intercambiables) que rondan un promedio de $1,500 pesos mexicanos para sus modelos más baratos. También podrás encontrar algunas opciones nuevas en sitios como Amazon, sin embargo, por el precio que pagarás, podrías encontrar una opción con mayores prestación si optas por una cámara usada.
Si bien puedes encontrarlas en sitios como Mercadolibre o el Marketplace de Facebook, te recomendamos buscar en Instagram, pues cada vez más cuentas especializadas en este rubro
Además, considera que deberás comprar tus rollos. En promedio, un rollo de 35mm de 36 exposiciones cuesta en 2023 unos $300 pesos mexicanos o un poco menos. Puedes conseguirlos en la calle de Donceles, en la Ciudad de México, o bien, por Mercadolibre, Amazon o con vendedores independientes, principalmente en Instagram.
El costo del revelado también es variable, pero puede rondar de los 80 a los 150 pesos por rollo.
El Encanto de lo Analógico en tus Manos
La fotografía analógica no solo es una forma de arte, sino también una experiencia enriquecedora que te conecta de manera única con el mundo a tu alrededor. Ya sea que optes por una cámara económica de segunda mano o por una joyita vintage, lo importante es que disfrutes cada disparo y cada momento que capturas.
¡Anímate a darle una oportunidad a lo analógico y descubre por ti mismo la magia de convertir la luz en recuerdos!